Preservando el patrimonio documental
Porque el
objetivo es garantizar, a través de la prestación de servicios bibliotecarios,
el derecho de la población al acceso a la información
Mérida,
junio 22 (Prensa OCI).- Con un arduo trabajo y sin desmayar
en su propósito de garantizar a la población merideña el derecho al
conocimiento y la cultura, en poco más de dos años de gestión, el Instituto
Autónomo de Servicios de Bibliotecas e Información del estado bolivariano de
Mérida (Ibime), ha atendido a más de 700.000 personas, entre niños y adultos.
La Red de
Bibliotecas, conformada por 62 sedes distribuidas en los 23 municipios del
estado, ha masificado la prestación de servicios bibliotecarios e información
con el apoyo normativo y técnico de la Biblioteca Nacional de Venezuela. Hasta
la fecha, se han consultado más de tres millones de material
bibliohemerográfico.
Thais Roa
lleva las riendas del Ibime desde que Ramón Guevara asumió la gobernación del
estado Mérida. Desde entonces, uno de los compromisos asumidos como directora
ha sido mejorar los servicios bibliotecarios y dotar, con la firma de convenios
y alianzas, las bibliotecas, logrando así distribuir 14.134 ejemplares
bibliográficos, hemerográficos y no bibliográficos a la Red de Bibliotecas.
Impulsar
la lectura a través de las diferentes actividades que se organizan durante el
año, como la Feria de la Lectura, Semilleros y Valores en Aventuras en
Vacaciones, y Rincón Literario —las cuales han sido disfrutadas por centenares
de niños en las diferentes comunidades— es parte de las metas alcanzadas.
Patrimonio
documental
Una acción
importante que, finalmente, se convirtió en otro logro de la gestión del
gobernador Ramón Guevara, fue la recuperación de la Sala Estadal y la
Hemeroteca estadal “Dr. Rigoberto Henríquez Vera”, ambas ubicadas en los
espacios de la Biblioteca Pública Central Simón Bolívar, las cuales poseen una
sustancial colección de publicaciones de la región entre libros, revistas y
periódicos.
Explicó
Thais Roa que la hemeroteca tenía más de 8 años en completo abandono y, ante la
importancia que la reviste, pues alberga parte del patrimonio documental del
estado, se designó un grupo de técnicos expertos que, en varias fases,
iniciaron la recuperación de cada una de las piezas, las cuales,
posteriormente, se inventariaron y clasificaron, logrando digitalizar un
volumen alto.
Vale
recalcar que la hemeroteca fue bautizada con el nombre de “Dr. Rigoberto
Henríquez Vera”, en honor a este ilustre merideño, quien se destacó por su
humanismo y promovió el desarrollo y crecimiento de Mérida durante sus cinco
mandatos como gobernador. Destaca entre sus obras la creación de la Red de
Bibliotecas del estado Mérida en la década del 70.
En estos
espacios han sido resguardados para su conservación 571 títulos y 56.786
ejemplares de revistas, libros y periódicos de circulación regional. Entre
estas piezas, que ya no están expuestas al público, pero que pueden ser
consultadas, está la edición del diario El Heraldo, que data de 1938, y un
ejemplar del diario El Vigilante Católico de Mérida, de 1951. También reposa el
primer ejemplar de diario Frontera, del 12 de agosto de 1978, donde fue
publicado un reportaje sobre Rigoberto Henríquez Vera.
Apoyo a
los escritores
Otro hecho
concreto de la gestión de Ramón Guevara ha sido el de apoyar a nuevas
generaciones de escritores merideños con la edición y publicación digital
de libros a través del Fondo Editorial Carmen Delia Bencomo.
Desde
2017, se han editado 11 ejemplares de literatura infantil; además, está
prevista la edición de 4 libros más antes de que finalice este año.
Plataforma
virtual
Otro
importante e innovador programa que comenzará a poner en práctica el Ibime es
la migración a las plataformas sociales digitales para continuar garantizando
el acceso al conocimiento, la cultura y la información, implementando un
ejercicio de formación a distancia desde el servicio de bibliotecas, así como
la ejecución de actividades de promoción a la lectura a través de la radio, las
redes sociales y otros medios disponibles, en virtud de la emergencia sanitaria
decretada por el Gobierno nacional ante la llegada de la pandemia por COVID-19.
“Esta es
una oportunidad favorable para descubrir y explorar nuevas formas de trabajo,
comunicación, gestión y producción desde los servicios de biblioteca, para
seguir aportando y creciendo en favor del colectivo”, dijo Roa.
El
propósito es, ante la dificultad para laborar presencialmente en cada biblioteca,
migrar a la plataforma virtual a través de las redes sociales (Twitter,
Facebook, Instagram, entre otras), con el fin de seguir ofreciendo los
servicios a estudiantes y usuarios que lo soliciten, desde casa, y en el
horario más conveniente. /Wendy Molero /Gráficas: William Muñoz
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